Frases: Heima es hogar en islandés

      Hallò! Para inaugurar esta maravillosa sección de frases, aquí os dejo las de Heima es hogar en islandés (oh vaya, yo me llamo Heima, que casualidad eh). Te puedo asegurar que estas se harán sitio en tu corazoncito, o las pondrás como postureo en instagram... Esperemos que no. En cualquier caso, si no has leído el libro, que no sé a qué esperas, te recomiendo volver cuando lo hayas acabado para evitar cualquier tipo de spoiler (que evidentemente todos odiamos).

• Era uno de los miedos que impiden hacer lo que uno quiere y yo no estaba dispuesta doblegarme ante él.
• La felicidad es relativa. Viene y va. Como los problemas: todos tenemos los nuestros y todos decidimos cómo lidiar con ellos.
• Lo malo de las decisiones es que pocas veces llegas a saber lo que te esperaba al final del camino que descartaste.
• A quienes me preguntan la razón de mis viajes, les contesto que sé bien de qué huyo, pero ignoro lo que busco.
• Había oído muchas veces eso de que palos y piedras pueden romperte los huesos, pero las palabras nunca podrán hacerte daño. Qué gran mentira.
• ¡Es una falta de respeto deprimirse por un muerto! !Lo mínimo que podrías hacer sería demostraron poco de respeto y ser feliz mientras tengas oportunidad de serlo!
• La vida son páginas en blanco. No es ninguna cita de ningún muerto. Lo que quiero decir es que estás aquí, y eso te convierte en parte de nuestra historia también, la del presente.
• No dijo nada más. No hacía falta. Yo había entendido lo implícito de su pregunta y él, lo implícito de mi respuesta. Me gustaban nuestros silencios, porque decían más que cualquier palabra.
• Prefiero perderte ahora que no haberte conocido.
• No me da miedo lo que vaya a pasar; hace tiempo que asumí que era algo inevitable.
• Mi paciencia se había acabado, junto con mi silencio. Era hora de hablar. Alto y claro.
• Si algo había aprendido durante aquellos últimos días es que no se puede confiar en el tiempo, porque nunca sabes cuándo va a quedarse vacío tu reloj de arena.
• El amor se había convertido en una amistad sin condiciones ni reservas.
• De ti me gusta incluso lo que no me gusta, Heima. Ya sé que somos diferentes, pero eso no es malo. Sólo quiero tener la oportunidad de saber si somos demasiado diferentes o si nuestras diferencias nos hacen encajar perfectamente.
• Las risas que habían invadido la cocina horas atrás se habían apagado y, como el fuego se convierte en cenizas, se habían convertido en sonrisas escurridizas. Unas sinceras, otras nerviosas. Pero sonrisas al fin y al cabo.
• No me equivoqué contigo. Has sido uno de los mejores imprevistos de mi vida.
• Sé que el amor no es algo mágico que puede con todas las barreras y obstáculos de la vida, pero la voluntad sí lo es.

¡Espero que te hayan gustado tanto el libro como sus frases (a mí personalmente me encantan ambos)!

Ah, ¡y deja en los comentarios cuál es tu favorita!

Vertu blessaður!